martes, 16 de diciembre de 2014

Poesía del tiempo ambiguo.

A veces me pregunto por qué las personas a las que he conocido llevan acolchada la cabeza.
A veces olvido cómo subir a los árboles para hablar con banqueros japoneses.
A veces añoro el olor a pino y agua de las paredes escarlata de un bosque encantado.
A veces me entristece no poder ver cosas que siempre han estado ahí.
A veces me estremezco al recordar el dolor de pies tras horas de camino entre piedras y abismos.
A veces solo necesito que la gravedad deje de funcionar. O que funcione hacia atrás.
A veces deseo no tener más tiempo para no perder nada más.
A veces confundo el vacío y el ser.
A veces no soy consciente de que levantarse de un sofá blandito da dolor de espalda. O no lo quiero ser.
A veces reconforta el dolor de volar por un acantilado.
A veces amo el odio y odio el amor.
A veces me parece que me he enamorado de la indiferencia de un vaso de agua. Otras veces solo soy consciente de que me lo he bebido sin querer.

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