miércoles, 2 de febrero de 2022

01/01/2021

Nunca hago repaso del año y nunca hago propósitos de año nuevo porque realmente es un día seguido de otro y no cambia nada más que la hoja del calendario. 

Pero me he dado cuenta de que quizás sí sea necesario. No tiene por qué ser en año nuevo, pero todo el mundo necesita pasar la página del calendario alguna vez, marcarse unos tiempos, dejar atrás una etapa y comenzar otra.

Por eso este año he decidido que mi página acaba aquí. Han sido muchas cosas las que he dejado atrás así que es el momento de empezar a escribir una hoja nueva.

A principios del año pasado (2020) tuve que dejar ir a una persona que quería y tuve que aprender muchas cosas para pasar por ese dolor. Pero lo pasé, y aprendí; aprendí que no todo el mundo decide permanecer a tu lado, y no nos queda otra que aceptarlo. Nadie tiene la obligación de quererte, de demostrarte interés, de estar ahí cuando les necesitas. Y no son peores personas ni merecen nuestro resentimiento. Cada persona toma sus decisiones y también tiene que ser nuestra decisión asumirlo y cuidar a quienes sí están, centrar nuestro interés en quienes sí lo tienen por nosotros.

Lo mismo me pasó con la que hasta entonces había sido mi mejor amiga. A pesar de mi aguante y mi empeño, ella decidió seguir por otro lado. Y no pasa nada, es su decisión y he tenido que respetarla.

También he aprendido a aprender. Aprender de los errores y las malas experiencias. De todo se puede sacar un aprendizaje y eso nos hace cada vez mejores, más fuertes, más sabios y más capaces. A veces la vida se pone difícil y no siempre se puede estar bien. No pasa nada por estar mal.

He aprendido sobre mí y sobre todo lo que me rodea. He aprendido a confiar más en mí misma, a fiarme de mi intuición y de lo que sé. A respetar mis límites (casi) y a entender que muchas cosas no dependen de mí y nunca podré hacer nada al respecto más que encontrar la manera de no sufrir por ello.

La aceptación ha sido mi mayor reto este año, pero poco a poco voy consiguiendo verlo cada vez más claro. Mientras yo haga todo lo que esté en mi mano, en cualquier situación, estará bien hecho, y es con lo que tengo que estar contenta.

Hay muchos clichés, frases hechas, que concebimos como palabrería, pero que este año han cobrado verdadero sentido para mí:

  • De los errores se aprende
  • Todo pasa
  • En los peores momentos es cuando sabemos de verdad quién está realmente a nuestro lado
  • La gente que no demuestra las cosas no merece nuestro interés
Siento que he recuperado mi autoestima porque me vuelvo a sentir cerca de mí misma. Me he vuelto a sentir yo, y no me daba cuenta de que era algo que había perdido.

Respetarme a mí misma y a mi historia es lo que me ha hecho valorarme y darme las fuerzas necesarias para estar en paz.

A pesar de todo el dolor que hay en los días del calendario, no puedo llevarme nada mejor que a mí misma, entera y mucho más fuerte; a mis padres que demuestran infinitas veces que son el apoyo que nunca me faltará; a mi amiga Lidia y a las personas que, aunque no sean incondicionales, me aportan mucho de vez en cuando. Y a mi psicóloga Alba, que ha sido la luz del sol que a veces me ha hecho falta para ver bien todo lo que me rodea, el espejo que me permite encontrarme y la señalización del camino que no siempre es fácil de recorrer.



02/02/2022

Mi meta es volver al 01/01/2021